“Educar es más difícil que enseñar, porque para enseñar se precisa saber, pero para educar se precisa ser”

No hace falta que se diga, que la educación ha dado un giro de una forma vertiginosa en los últimos años. Hasta hace muy poco, el docente tenía el rol de aquella figura que daba, transmitía o impartía conocimiento (pedagogía instructiva). Y el alumno, era aquel que iba memorizando aquellos conocimientos de una forma pasiva, siendo un simple espectador (aprendizaje memorístico). Hace unos años únicamente importaba la capacidad innata del coeficiente intelectual, la mente humana carecía de importancia. Esta creencia ha ido evolucionando en los últimos años dando paso a una nueva forma de enseñanza, a una pedagogía constructiva, una pedagogía entrenadora de las competencias educativas. Una enseñanza y una psicología del desarrollo, que pone el foco en una aprendizaje experiencial y significativo.

Existen cientos de estudios que avalan la importancia de la educación emocional en las aulas, tanto por su trascendencia en el desarrollo del pensamiento como por su valor en el proceso de aprendizaje.

«La educación emocional forma parte de un proceso educativo, continuo y permanente, que pretende potenciar el desarrollo emocional como complemento indispensable del desarrollo cognitivo, constituyendo ambos los elementos esenciales del desarrollo de la personalidad integral».

Bisquerra (2000)

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¿De qué sirve que un niño sepa colocar Neptuno en el universo, si no sabe dónde colocar su rabia?

Los tiempos han cambiado, existe una evolución inevitable de las nuevas generaciones, YA NO ES COMO ANTES. Por este motivo y por muchos otros, la educación demanda una visión humanista, una visión más amplia. Cuando hablamos de ampliar nuestra mirada, me refiero a la importancia de una educación emocional, una educación que sea transformadora y que contribuya a garantizar un futuro exitoso para nuestros alumnos y alumnas

«No podemos saber cómo será el futuro. El único modo de prepararse para él es sacar el máximo provecho de nosotros mismos.”

¿Por qué ISE?

Nuestra labor se centra en proporcionar apoyo a los docentes en el ámbito de la educación socioemocional en las escuelas. Nos centramos en fortalecer la capacidad de los educadores para guiar, apoyar y acompañar a los estudiantes en el desarrollo de las habilidades socioemocionales.
Reconocemos que la Inteligencia emocional es un pilar fundamental en la formación integral de los/as estudiantes, ya que les ayuda a comprender y gestionar sus emociones, desarrollar un pensamiento crítico, tomar decisiones sensatas y establecer relaciones sanas, entre otras.

Servicios

A continuación detallamos cómo colaboramos para fortalecer el trabajo de los educadores en el ámbito educativo:

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Talleres y cursos de formación

Orientados a la enseñanza y el desarrollo de las habilidades socioemocionales de los educadores. Estos programas permiten a los docentes mejorar en sus competencias, y a la misma vez, estar informados de las últimas investigaciones sobre la inteligencia emocional.

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Soporte y asesoramiento

De forma individual a los/as docentes, para ayudarles a desarrollar estrategias de afrontamiento a los posibles desafíos relacionados con la educación socioemocional en su entorno laboral.

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Cuidado del bienestar: BURN-OUT

Ayudamos en el apoyo y cuidado del bienestar de los/as docentes. Les proporcionamos técnicas y recursos para el manejo del BURN-OUT (Desgaste emocional)

«Es el momento de aprender la naturaleza de los sentimientos y el lenguaje de las emociones.»

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Escríbenos para saber más acerca de los servicios que podemos ofrecer a tu escuela y te enviaremos un pdf con todas la información.